Chadwick Garden, University of California, Santa Cruz, California
Este jardín biointensivo se inició en 1967 bajo la dirección de Alan
Chadwick. En origen no se concibió como un bosque comestible aunque contiene
hortalizas, flores, hierbas, árboles y arbustos. Aguacates, higos, nísperos,
ciruelos, caquis, cítricos, feijoas, saucos (Sambucas spp), perales, manzanos y
melocotoneros.
Consuelda y lavanda bajo melocotoneros y
manzanos.
Consuelda, lavanda y grosella bajo
manzanos, ciruelos y limoneros.
Consuelda y rosal bajo melocotonero,
manzano, feijoa y níspero.
Terry’s Food Forest, Santa Cruz, California
Inciado a finales de los 70, cuenta con 540 m2 situados sobre un suelo
muy arcilloso al que su propietario continuamente añadía compost y acolchados
para enriquecerlo, igualmente segaba las hierbas adventicias que se
incorporaban a los acolchados. Contiene especies de todos los estratos, abundan
los árboles de pasas, chirimoyas y otras plantas tropicales como la papaya.
Ciruelos, palmera jelly (Butia capitata),
Cherry de Río Grande (Eugenia aggregata) y nísperos.
Mayhaw (Crataegus opaca), papaya, ciruelas
y papa de agua. Hierbas aromáticas y un albaricoque.
Permaculture Center Santa Cruz, Corralitos, California
Fue inciado em 1994. Encontramos tomate del árbol o Tamarillo
(Cyphomandra betacea), aguacates,
cítricos y Casimiroa edulis (planta medicinal que induce el sueño,
perteneciente a la familia Rutaceae. Originaria de América Central).
Higuera, ciruelo, y parra sobre feijoas,
cardo, rábano rusticano y caña.
Higuera sobre mirto chileno, hinojos y
limonero.
Árbol
del tabaco de propiedades medicinales (Nicotiana glauca) y col silvestre.
Casimiroa edulis (planta medicinal que
induce el sueño, perteneciente a la familia Rutaceae. Originaria de América
Central) sobre higuera y feijoa vistos desde una higuera y un mirto chileno
Un bosque comestible es un ecosistema diseñado por personas para
satisfacer gran parte de las necesidades humanas: alimentación, plantas
medicinales, madera… al mismo tiempo
ofrece otros servicios propios de los ecosistemas: retención de carbono,
hábitat para la vida silvestre, protección del suelo, retención del agua y
refresco del clima local.
No es ir a un bosque a cultivar
comida. Un bosque comestible es un “huerto” cuidadosamente diseñado que nos da
abundante comida mientras mantiene los beneficios del sistema natural.
Crecen juntas muchas especies, es
decir, es un sistema en policultivo. A la vez cada planta contribuye al éxito
del huerto porque cumple varias funciones, es decir, es un sistema multifuncional. Esto redunda en un alto nivel de
estabilidad de nutrientes, de biodiversidad, interdependencia y colaboración
natural.
Normalmente, hacer un bosque
comestible requiere una inversión inicial de tiempo y materiales, pero una vez
que el bosque está establecido, el costo
de mantenimiento y de producción de comida es muy bajo. Las labores como
deshierbe, riego, adición de nutrientes, control de plagas, preparación
constante del suelo y todas las cosas que requiere un huerto normal, ya no
habrá que hacerlas, pues el ecosistema creado las hará por sí mismo. Este ideal
se logra con un buen diseño que incluya plantas y animales que juntas provean
las funciones esenciales que necesita el sistema para ahorrarnos todas esas tareas. Nuestra función será guiar la sucesión
y evolución de las plantas, introduciendo o quitando ciertas plantas para
minimizar la competencia y maximizar la cooperación.
Un bosque comestible dispone de todo tipo de plantas: plantas de las
que aprovechamos su raíz, trepaderas, cobertura de suelo, hortalizas, arbustos,
árboles de pequeño porte y de gran porte.
¿Cuánto tiempo se necesita para
crear un bosque comestible? ¿Y para ver los primeros resultados?
Según Javier Hererro (creador del
Parque Ecológico de Urobia) depende de
cada caso. No es lo mismo planear en la parcela de una vivienda unifamiliar que
en un terreno de 2,5 hectáreas como el nuestro. Como trabajamos con el enfoque
sistémico de la permacultura es
necesario un trabajo previo de diseño en el que planificar concienzudamente las
relaciones entre todos los elementos del sistema, agua, energía, vivienda (si
procede), terrenos, tipo de suelo y
especies, entre otros tantos. También es importante la preparación previa
del suelo antes de la plantación propiamente dicha, enriqueciendo el suelo
biológicamente. De la misma manera que creamos entornos adecuados para el
desarrollo de los niños y jóvenes; también el bosque necesita de un entorno
adecuado en el que crecer.
Estos trabajos previos en nuestro
caso nos están llevando entre 1 y 2 años. En torno a los 5 años el bosque ya
está comenzando a dar sus primeros frutos y en torno a los 15 años ya está
maduro.
Sin embargo, desde el primer día, la plantación ya está ofreciendo
beneficios porque está comenzando a absorber dióxido de carbono de
la atmósfera y a fijarlo en las plantas y el suelo . Se calcula que
si se plantaran bosques comestibles de forma masiva en todo el
planeta, se podrían reducir las concentraciones de los gases de
efecto invernadero a niveles anteriores a los de la revolución
industrial, además de producir una ingente cantidad de bienes a
través de una producción económica que recicla residuos, produce
alimentos y otros recursos localmente de forma saludable y fomentando
la biodiversidad.
El trabajo comienza con la regeneración del suelo como en el caso
de los parades en crestall. Se siegan las hierbas desde la base, se
recomienda retirar los trozos más leñosos que se trocearán para colocarlos en
la superficie más adelante. Algunos manuales aconsejan desapelmazar el suelo si este está muy duro o encostrado aunque siempre sin voltear el suelo.
Por tanto, se superponen diversas capas de materia orgánica. En primer lugar cartones o periódicos
que eviten la germinación de semillas que hubiera en el suelo, se aconseja
dejar en remojo los cartones sobre todo si son muy gruesos para acelerar su
descomposición. Seguidamente se
depositan 3 cm de compost
o estiércol descompuesto, otros 3
centímetros de materia semiseca y sobre
este 2 cm de espesor de hierba seca u hojarasca.
Seguidamente se pueden cultivar especies herbáceas de rápido
crecimiento (cobertura de suelo): trébol, altramuz, guisantes… así como “acumuladores dinámicos” especies que
captan minerales del subsuelo y que los hacen aflorar cerca de la superficie:
consuelda, ortiga, diente de león, así como algunas plantas medicinales y
aromáticas: valeriana, borraja, menta.
El crecimiento de estas plantas y las hierbas adventicias se deberá
controlar, segándolas de vez en cuando y esparciéndolas sobre el suelo en
formación.
Tras este paso opcional se
procede a la selección de plantas. El
diseño se basa en los niveles anteriormente descritos: árboles, arbustos,
trepaderas y hortalizas. Se sigue este orden para situarlos, pero hay que
considerar que empezaran a producir en orden inverso, lo cual equivale a que
los primeros años las hortalizas ocuparan la mayoría de espacios, después
empezaran a desarrollarse los arbustos y finalmente los árboles cubrirán gran
parte del espacio, excepto las zonas que nosotros delimitemos.
Un bosque comestible está
diseñado para evolucionar con el tiempo: las plantas que predominan al
principio pueden dejar paso a otras que ocuparán su lugar.
David Jacke, co-autor de Edible Forest Gardens: Ecological Vision and Theory for Temperate
Climate Permaculture.Mantiene que el estadio en mitad de la sucesión ecológica es el que ofrece la mayor
diversidad de especies debido al mosaico de texturas y por el hecho de que hay
suficientes parches en el dosel de las copas de los árboles más altos por donde
penetra suficiente luz para el desarrollo de los estratos más bajos. Esto
es especialmente importante en latitudes medias donde poca energía lumínica
alcanza el suelo.
Las plantas seleccionadas se pueden agrupar dependiendo la cantidad de
nutrientes que requieran. Según Martin Crawford se pueden establecer cuatro
grupos: Herbáceas pioneras que crecen en zonas muy luminosas, arbustos tipo
zarzamora o grosella, árboles frutales y hortalizas anuales.
Para el estrato arbóreo tendremos que tomar las siguientes
consideraciones:
Es recomendable realizar el diseño en papel antes de intervenir. Si
se han plantado varios individuos demasiado cerca siempre pueden retirarse
algunos. Cada árbol de gran porte puede requerir entre 20-40 m2. No obstante, el solapamiento entre diferentes copas es
aconsejable en algunas situaciones: Especies fijadoras del nitrógeno como el
Aliso napolitano pueden proteger a árboles frutales menores de los vientos del
norte.
La correcta combinación de especies caducifolias con perennifolias es
muy importante ya que aparte de producir
hojarasca y aportar nitrógeno en el caso de las que lo fijen como en el
caso de las leguminosas, durante el otoño-invierno tendremos parches soleados
extras donde podremos plantar hortalizas de temporada si fuera oportuno.
Injertos. Este es uno de los puntos más importantes para nosotros,
porque se ahorra espacio y se diversifica producción fácilmente. Lo ideal
es un árbol con dos o tres ramas de diferentes variedades, que den fruta
escalonadamente en el tiempo. Esto en algunos árboles no es posible.
Ejemplos de bosques comestibles en clima mediterráneo (California).
Davis Bynum Winery, Healdsburg, California
El diseño se realizó durante el
Invierno de 1999 - 2000 y se compone de varios sistemas agroforestales,
incluyendo los bosques de los alimentos, todos los plantados en los márgenes
los canales de drenaje.
Asociaciones de: Tagasaste (Chamaecytisus
palmensis fam fabaceae, leguminosa), mora y melocotón; cítricos,
frambuesa, feijoa, y manzana y árbol de las pasas, menta, cebolletas y
cebollinos; consuelda, las azucenas amarillas, menta y fresa.
Manzano y árbol de las pasas con violetas, menta, cebolletas o
cebollinos, caléndula y un dosel de roble vivo de costa.
Manzano y árbol de las pasas con violetas, menta, cebolletas o
cebollinos, caléndula y un dosel de roble vivo de costa.
Espino amarillo con piña, feijoa, uvas,
taro (Colocasia esculenta), lirios, alcachofas, consuelda y fresas.
Sauce, morera, higuera, níspero, Tagasaste
(Chamaecytisus palmensis fam
fabaceae, leguminosa) con avellana, parra, frambuesa, llantén o plántago, menta
y fresas.
El criterio principal de diseño de Hampton es la diversidad. Las siete
capas o estratos de los bosques están representados aquí y numerosos estanques
salpican el paisaje, muchos en el fondo de los surcos. Los árboles pioneros
como el sauce, tagasaste, algarrobo negro y se han plantado para enriquecer el
suelo y proporcionan sombra, mientras que el suelo está cubierto de múltiples
herbáceas multifuncionales como la achicoria, el diente de león, llantén (Plantago
lanceolata), la valeriana, la milenrama, y los tréboles numerosas.
El bosque se encuentra sobre un suelo arcilloso producto de la
alteración de esquistos. El propietario se asombra por el rápido crecimiento de
los árboles y de la formación de suelo sobre la roca de esquisto. El bosque
incluye variedades de sauces, Tagasaste (Chamaecytisus palmensis fam fabaceae,
leguminosa), aguacates, diversos cítricos, árbol de las pasas (Hovenia dulcis),
nísperos, serval (Sorbus sp), olivo, papaya, Aronia sp (fam rosaceae), Gumi
(Elaeagnus multiflora), lúpulo, feijoa (Acca sellowiana), espino amarillo
(Hippophae rhamnoides), El aguaymanto o uchuva, (Physalis peruviana L.), planta
cameleón (Houttuynia cameleon), tupinambo (Helianthus tuberosus), taro
(Colocasia esculenta) y yuca (Polymnia edulis).
Sauce, higuera, morera sobre feijoa.
Cítricos sobre tuponambo, frambuesa, fresas, llantén o plántago y violetas.
Melocotonero sobre feijoa, y parra sobre
dalilas, lavandas y consueldas.
Chadwick Garden,
University of California, Santa Cruz, California
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